El 9 de marzo, el Frente Nacional de Juventudes Democráticas (FNJD) solicita la postulación de Fernando Belaunde a la Presidencia de la República, comprometiéndose a recoger las firmas necesarias para inscribir su candidatura en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
El 17 de marzo, Belaunde asiste a un almuerzo de camaradería de los egresados de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNI. A su llegada al ágape, ingresa con el brazo en alto mientras corresponde al saludo de un entusiasta grupo de discípulos que exclamaban «¡Belaunde! ¡Belaunde!». Víctor Medina, destacado reportero gráfico limeño, capta la fotografía que sirvió desde entonces para la propaganda del candidato de 1956, 1962, 1963 y 1980. Así nació el lema de ¡Adelante!
El 3 de abril se realiza en Lima la primera concentración pública del Frente Nacional de Juventudes Democráticas con motivo de la inauguración de su Casa Política Central, ubicada al costado de la iglesia de la Inmaculada. En los días inmediatos se llevaron a cabo actos similares –muchos improvisados– en diferentes zonas de la ciudad.
El 13 de abril, Fernando Belaunde, entonces decano de la Facultad de Arquitectura de la UNI, en su viaje de estudios a la ciudad del Cusco en compañía de estudiantes –entre ellos Carlos Pestana, Luis Felipe Calle, Javier Velarde y Luis Vier–, al recorrer las calles de Chincheros, nota que sus principales obras habían sido realizadas por iniciativa propia. Este hecho sirvió para crear el nombre del partido Acción Popular.
El 4 de mayo, el FNJD solicita la inscripción de su candidatura presidencial con el sustento legal de 27 000 firmas de ciudadanos y con el respaldo moral de miles de simpatizantes. Luego emprende una gira por todo el país. En menos de un mes recorrió Arequipa, Mollendo, Cusco, Puno, Ayacucho, Trujillo, Chiclayo, Piura, Talara, Sullana, Tumbes, Tacna, Moquegua, Ilo, Iquitos, Chimbote y Huaraz. El lema «¡Adelante!» prendería rápidamente en las mentes de los pobladores del Perú.
El 29 de mayo, el comando político del FNDJ denuncia ante la opinión pública el retraso en la inscripción de la candidatura de Belaunde por parte del Jurado Nacional de Elecciones, que presidía el Dr. César Augusto Lengua Uchuya –quien luego sería vocal supremo y presidente de esa corte–, con clara obstaculización del gobierno de Odría. Se sospecha que la inscripción sería denegada por falta de firmas.
El 31 de mayo, Fernando Belaunde suspende su gira por Cajamarca y viaja a Lima de inmediato, dispuesto a enfrentarse a la dictadura.
El 1 de junio se produce la histórica jornada de La Merced en la que, con valor y entereza –y a la cabeza de la ciudadanía de Lima–, el arquitecto Belaunde forzó al régimen de Odría a reconocer la legitimidad de su candidatura a la Presidencia de la República y a ordenar su registro en el JNE.
El 8 de junio, 100 mil personas abarrotan la plaza San Martín, en la que sería –hasta aquel entonces– la mayor concentración política del siglo XX, para mostrar su adhesión a la candidatura de Belaunde.
El 17 de junio, en las elecciones generales triunfa el expresidente Manuel Prado Ugarteche gracias al denominado “Pacto de Monterrico” (así se llamó porque se celebró en la casa de Odría, ubicada en esa urbanización), acordado entre Prado, Odría y Haya de la Torre. Belaunde ocupa el segundo lugar, y tercero queda Hernando de Lavalle.