Preservando la democracia

Al terminar su gobierno, Belaunde retoma sus actividades como conferencista internacional. En 1990 impulsa la candidatura de Mario Vargas Llosa con el Frente Democrático (FREDEMO). En 1992 condena el autogolpe de Alberto Fujimori, que interrumpe el orden constitucional en el país. En el 2000 fue una de las voces promotoras de la unidad de las fuerzas democráticas. Apoyó la Marcha de los Cuatro Suyos, en respuesta al fraude electoral, y en el 2001 respaldó, sin reservas, el gobierno transitorio de Valentín Paniagua para restaurar la plena vigencia de la democracia en el Perú.

Una vez culminado su segundo gobierno, en el año 1985, el arquitecto Fernando Belaunde Terry continuó siendo protagonista de la escena política local y mundial. Además, nunca dejó de vivir en el Perú ni de visitar sus hermosos parajes.
Aun lejos del Palacio de Gobierno, el líder de AP ejerció una oposición constructiva. «Somos partidarios del régimen constitucional. No queremos ni obstaculizar la labor del nuevo régimen ni alentar la agitación social. Le deseamos el mayor éxito al presidente García», enfatizó.
Belaunde no se apartó jamás del pueblo. Siempre propició la cooperación, la paz, la solidaridad y el consenso entre sus conciudadanos para la construcción de una patria con bienestar para todos, sin distinciones de ningún tipo.
Cedido el mando del país al nuevo mandatario, Belaunde reanudó sus conferencias en universidades importantes de Estados Unidos, tal como lo había hecho desde 1956 en instituciones educativas de Norteamérica y de Costa Rica.
El arquitecto fue un invitado habitual de los medios de comunicación para opinar sobre la coyuntura política y social. En 1992 inició la publicación de sus artículos, acerca de la realidad nacional e internacional, en los diarios El Comercio y La República.
En 1995, Belaunde Terry respaldó la campaña de Acción Popular en las elecciones presidenciales. Pese a la derrota en las urnas, mostró su convencimiento de que los partidos políticos sobrevivirían y de que Acción Popular seguiría adelante.
Con Luis Alberto Sánchez, el insigne político aprista. Al igual que él, y como implacable defensor de los principios democráticos, del orden constitucional y de la ley, Belaunde alzó su voz en defensa del Estado de derecho tras el autogolpe de 1992.
Fernando Belaunde, Valentín Paniagua y Javier Pérez de Cuéllar, tres demócratas a carta cabal. En el año 2000, y en respuesta al fraude electoral que pretendía mantener al entonces jefe de Estado en el poder, Belaunde respaldó el gobierno transitorio de Paniagua para restaurar la democracia en el Perú.
A pesar de que AP postuló a su fundador a la Presidencia del Perú para el periodo 1990-1995, este sacrificó cualquier interés personal y exhortó al partido a que respaldara la candidatura del escritor Mario Vargas Llosa como una opción de convergencia democrática.