Primer gobierno

1963-1968

El 28 de julio de 1963 se realizan los actos tradicionales de la transmisión de poderes con una solemne misa y Te Deum oficiados por el arzobispo de Lima, Juan Landázuri Ricketts. Por la tarde del mismo día se llevó a cabo la ceremonia de asunción en el Palacio Legislativo. El presidente del Congreso, Julio de la Piedra, impuso a Belaunde la banda presidencial. Posteriormente juró al cargo el primer vicepresidente Edgardo Seoane. En la ceremonia hubo representantes de 41 Estados, entre los que destacaron el secretario general de la OEA, José Antonio Mora; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Felipe Herrera; el vicepresidente de Nicaragua, Silvio Argüello Cardenal; el ministro de Información y Turismo de España, Manuel Fraga; los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Bolivia, Brasil y Haití, así como el senador estadounidense Wayne Morse.

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Belaunde dirige un mensaje ante el Congreso de la República. Anuncia medidas gubernamentales –como la convocatoria a comicios ediles– para hacer que la democracia directa llegara a todos los pueblos del Perú, y la puesta en marcha de un plan de viviendas para atender a miles de peruanos sin casa y, también, como motor de desarrollo de la economía. Otro anuncio importante fue el del inicio de un plan vial de carreteras que daría nacimiento a la Carretera Marginal de la Selva. A las 6 de la tarde, Belaunde tomó juramento a los miembros de su gabinete, presidido por Julio Óscar Trelles Montes.

    

 

El 14 de setiembre de 1963 fue aprobada la Ley N° 14669, que establecía la elección, en cada provincia, de un concejo municipal provincial y de consejos distritales en los distritos que no fueran capitales de provincia.

El 1 de noviembre de 1963 se promulga la Ley de la Enseñanza Gratuita en todos los niveles, desde inicial hasta superior, y se crean nuevas universidades y escuelas normales, tanto estatales como particulares.

El 15 de diciembre de 1963, por primera vez en la historia del Perú, las autoridades ediles son elegidas por voto universal y directo. En la ciudad de Lima triunfó la candidatura del abogado Luis Bedoya Reyes, de la alianza Acción Popular-Democracia Cristiana, con el 51,25% de los votos válidos. Su más cercano rival, la exprimera dama María Delgado de Odría, de la Coalición APRA-UNO, obtuvo el 45,07% de los votos. De los 31 distritos de Lima, AP-DC ganó en 15.

El 20 de marzo de 1964 se promulga la Ley N° 14971, que autoriza la gestión del financiamiento para el Proyecto del Reservorio de Tinajones, y se crea la Comisión Ejecutiva del Proyecto Tinajones para mejorar la actividad agrícola y ganadera en la zona norte.

    

El 21 de mayo de 1964 se promulga la Ley de Reforma Agraria, que afectaría principalmente a los latifundios no cultivados de la sierra y la costa, pero sin tocar a los que tenían un rendimiento eficiente, como los agroindustriales de la costa. La idea era indemnizar a los propietarios afectados, sin confiscaciones violentas.

El 14 de diciembre de 1964 se promulga la Ley N° 15260, que norma y fomenta el cooperativismo en el Perú como un sistema que promueve el desarrollo económico y social.

El 30 de diciembre de 1965 se inaugura del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, ubicado en el Callao. Durante la gestión de Belaunde Terry se refaccionó y construyó otros terminales aéreos en las más importantes ciudades del país, como el aeropuerto Velasco Astete, en el Cusco, y los aeropuertos de Puerto Maldonado y de Pucallpa. Además, se inició la construcción del aeropuerto de Iquitos y la base aérea de La Joya.

El 27 de enero de 1966 se crea el Banco de la Nación, mediante la Ley 16000, que reemplazó a la Caja de Depósitos y Consignaciones, con la finalidad de facilitar la captación de impuestos de los contribuyentes.

El 19 de abril de 1966 se promulga la Ley N° 16101, que declara de necesidad y utilidad pública la ejecución de proyectos de obras de irrigación en Lambayeque, La Libertad y Arequipa. Se construyeron las represas de Pañe y Aguada Blanca, en Arequipa.

El 2 de julio de 1966 se inaugura la Residencial San Felipe. Haciendo honor a su profesión de arquitecto, fue muy vasta la obra de Belaunde en la construcción y fomento de la vivienda para los sectores menos favorecidos y las clases medias profesionales. En numerosas ciudades del país se levantaron grandes complejos habitacionales para sectores populares, profesionales de la educación y policías. Se urbanizó gran parte de las principales ciudades de la costa y sierra peruanas.

  

Del 12 al 14 de abril de 1967, Fernando Belaunde participa en la segunda reunión de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OEA, en Punta del Este, Uruguay. Allí suscribe la Declaración de los Presidentes de América.

El 15 de abril de 1967, a su retorno a Lima, se dirige a la multitud que fue a recibirlo con un memorable discurso en el que agradeció haber sido enviado por el pueblo a dicha cita para exponer la situación peruana frente a los acuerdos que allí se suscribieron: «Qué me aplaudes, pueblo peruano, si tú mismo has hablado por mis labios. Qué me aplaudes, si estoy aquí porque tú lo quisiste. Qué me aplaudes, si fui a Punta del Este porque tú me mandaste. Y qué laureles me alcanzas, si tú te los ganaste».

   

En junio de 1967 se inauguran los trabajos de construcción de la presa Tablachaca, de la Central Hidroeléctrica del Mantaro, en Huancavelica. El complejo representa hoy la mayor planta de energía eléctrica en el Perú y se compone de tres partes: la represa de Tablachaca, la central Santiago Antúnez de Mayolo y la central Restitución.

En setiembre de 1967 se inauguran las obras de ampliación de la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato, en Áncash, aumentando su capacidad de 50 MW a 100 MW. Las obras se realizaron en un tiempo récord (en tres años) y pasó a ser la central hidroeléctrica modelo para el país.

Se crearon las Corporaciones Departamentales de Desarrollo, dedicadas al fomento y promoción del desarrollo en los ámbitos de su jurisdicción y con el objetivo de descentralizar la administración pública.

Se elaboró un Plan Vial Nacional para la construcción de un sistema de vías de comunicación que integrara las áreas de producción agrícola con los diversos mercados urbanos. Muchas de estas vías se construyeron con el programa de Cooperación Popular y merced a créditos internacionales. 

 

Se empezó a construir la Carretera Marginal de la Selva (hoy carretera Fernando Belaunde Terry) para unir esa región –hasta aquel momento casi aislada– con la sierra y la costa, así como para interconectarla con los países vecinos. La carretera parte de Chinchipe, en la frontera con Ecuador, en el norte, hasta llegar al río Heath, en el departamento de Madre de Dios, en el sur.

   

Se construyó la refinería de La Pampilla, en Ventanilla, rompiendo así el monopolio de refinación de crudos que hasta entonces ejercía la compañía transnacional IPC.

Se dio el impulso final a la fábrica de fertilizantes de Cachimayo.

Se ampliaron las instalaciones siderúrgicas de Chimbote, la más importante acería del país.

Se apoyó los Servicios Industriales de la Marina (SIMA), lo que hizo posible poner a flote unidades de gran tonelaje ensambladas en astilleros del Perú.

Se construyó la estación terrena de Lurín, con la cual el país entró a la era espacial y a las comunicaciones vía microondas.

Se adquirieron aviones Mirage de Francia para la Fuerza Aérea del Perú. Igualmente, la Marina de Guerra y el Ejército pudieron renovar su material bélico.

El país gozó de una importante inversión en salud y educación, sectores a los que se destinó la proporción más alta de capitales estatales con respecto a los gastos públicos efectuados en la historia del país hasta ese entonces.

Desde el primer día de su gobierno, Belaunde planteó el proyecto de la Carretera Marginal de la Selva que, una vez concluida, uniría la región de Arauca, en la frontera entre Colombia y Venezuela, con el terminal ferroviario de Santa Cruz, en Bolivia, tras recorrer una amplia extensión de la Amazonía peruana.

Catástrofes sucedidas en este periodo fueron la tragedia del Estadio Nacional del 24 de mayo de 1964, donde perecieron unas 312 personas, y el terremoto de Lima y Callao de 1966.